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El valor del error en los procesos de cambio.

¿Cómo apreciar el valor del error en los procesos de cambio?. Vaya por delante que en ningún caso pretendo invitar a errar intencionadamente cuando se puede acertar. Tampoco me gustaría pecar de participar de un pensamiento naif afirmando cosas como “no pasa nada si se falla” ya que, sea cual sea la intención de la acción y en función de lo que esté en juego, errar muchas veces es sinónimo de pérdida de recursos, de tiempo, de dinero o de oportunidades. Además, no en pocas en ocasiones, tiene consecuencias peores como, por ejemplo, que el trabajo del resto de compañeros de un equipo, o que todo el equipo, se pierda.

Si juegas, en algún momento fallas; por lo tanto, podemos afirmar que fallar es prácticamente inevitable. Y aunque se trata de fallar lo menos posible, podemos cambiar la visión que tenemos del fallo y, desde ahí, transformarlo en un aliado, tanto en los procesos de cambio como en los de aprendizaje, tanto individuales y grupales como de equipo.

Cambiar la mirada

Hay dos perspectivas que tienen en cuenta el fallo como un elemento integrado en los procesos de cambio-aprendizaje. Son dos de los instrumentos de cambio con niveles de eficacia muy altos: el Modelo Estratégico y la NLP. Al tratarse de instrumentos de cambio que llevo utilizando desde hace más de una década y media, trataré, desde la práctica, acercarte la forma en que utilizamos el error para construir y, en la medida que sea posible, una visión diferente del fallo.

Qué valor tiene el error desde el enfoque Estratégico.

El cambio, en sus diferentes tipologías, ritmos, dimensiones, asociados a los diferentes aprendizajes que conllevan y cómo crearlo o gestionarlo, es el objeto de estudio del enfoque estratégico desde hace más de medio siglo.

Tanto en la parte de estudio como en la más aplicativa, el error tiene su lugar. De forma muy simplificada, una vez se estudia la situación que se quiere cambiar y se determina con claridad los resultados que se quieren obtener, pasamos a evaluar todas las tentativas de solución que se han puesto en marcha para resolverla.

Este último punto, en sí mismo, ya es una intervención, ya que permite bloquear aquellas que contribuyen a mantener la situación y a aprovechar aquellas que funcionan parcial o totalmente transformándolas en recursos de valor, en caso de que sean aplicables.

Las dinámicas de persistencia en la situacióna cambiar

En esa fase del proceso, para enriquecerlo, solemos utilizar una técnica que se llama “Cómo empeorar” y que parte de una antigua estrategia que dice:

“Si quieres enderezar una cosa, estudia primero todas las formas de torcerla aún más”

Esta maniobra, que aparentemente no tiene ningún sentido, ofrece muchas ventajas. Al pensar en cómo empeorar, listamos todo aquello que tendríamos que hacer y pensar para conseguir empeorar la situación aún más en el caso de que estemos en búsqueda de soluciones. Realizamos la misma operación listando todas aquellas que provocarían un fracaso seguro cuando estemos trabajando en la consecución de una meta.

De forma muy resumida, la aplicación de esta técnica, tanto en procesos de cambio donde se requiere encontrar soluciones de forma creativa como en la mejora de resultados, tiene muchas ventajas: permite estudiar las dinámicas de persistencia de la situación a cambiar, bloquear aquellas que no son funcionales y, también, buscar soluciones alternativas.

Esta es una simplificación de su uso ya que no pretendo enseñar la técnica, puesto que no me corresponde a mí hacerlo, pero creo que es más que suficiente para el fin de este escrito.

El valor del error en los procesos de cambio según la NLP

En el corazón de la NLP está el modelado.

NLP es una tecnología que se centra en conocer, ordenar, sistematizar y enseñar las diferencias que hay entre un modelo que permiten conseguir un resultado por encima de la media en un campo de acción concreto, del que no.

El eje central, que permite desarrollar esta tecnología, es el modelado. Debido a su alto nivel de adaptabilidad permite, de forma ordenada y sencilla, aprender y transferir esas distinciones. De ahí que, una de sus definiciones más conocidas sea “la PNL es el estudio de la excelencia”.

El proceso del Modelado, que nada tiene que ver con imitar. La mayoría de las veces está centrado en el nivel de capacidades, es decir, en el cómo hace lo que hace una (o más personas) para tener un resultado que está por encima de la media en un campo específico. Estas capacidades tienen que ver con las estrategias que utiliza dicha persona para alcanzar ese resultado.

La información que aporta la respuesta cuando no se alcanza el objetivo

Dentro de los elementos clave que tenemos que tener en cuenta en relación a esa habilidad concreta es la observación acerca de cómo responde si el resultado no se alcanza al poner en práctica esa habilidad específica.

Por ejemplo, si tomamos una coreografía de baile y la diseccionamos en diferentes pasos, estaríamos hablando de un resultado mayor (la coreografía). Si la dissecionamos en resultados más pequeños (los pasos) implican un conjunto de capacidades de movimiento-expresión sumadas a capacidades de pensamiento puestas en práctica en cada uno de esos pasos.

Este punto, es decir, la respuesta que se ofrece cuando no se alcanza el objetivo, es muy importante en el proceso de modelado de una capacidad y no sería posible realizarlo si no tuviéramos esa información.

Nuevamente me encuentro frente a una simplificación de un proceso muy complejo, pero, como en el anterior punto, mi intención no es enseñar el modelado sino ver la importancia que tiene el error a la hora de estudiar las distinciones que marcan la diferencia en relación a un resultado.

En resumen: lejos de querer errar voluntariamente cuando se puede conseguir un resultado positivo, hacerlo (errar) forma parte de cualquier proceso de mejora o cambio. Esta perspectiva permite verlo como un elemento integrado dentro del proceso e incluso utilizarlo, como el caso del modelo estratégico, como instrumento de cambio.

“Es imposible progresar sin la capacidad de admitir errores”. Masaaki Imai.