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Cambio: el “porque a mí me funciona” no funciona.

El “porque a mí me funciona” no funciona. ¿Cuántas veces nos encontramos frente a una dificultad y recibimos, con la mejor de las intenciones, una propuesta de solución, que está lejos de funcionar? Y por el contrario ¿Cuántas veces tenemos a alguien cercano, que está frente a una dificultad y, con la mejor de nuestras intenciones, le ofrecemos una solución y, más tarde, nos confirma que no le ha funcionado?

Y es que, si dedicamos un tiempo a reflexionar al respecto, veremos que la intención es importante, yo diría muy importante, pero sin desmerecerla, en la gran mayoría de los casos es absolutamente insuficiente.

Hay dos puntos que muchas veces pasamos por alto y que pueden estar siendo claves en este sentido

Distintas personas, distintos modelos del mundo: el “porque a mí me funciona” no funciona

Nuestra experiencia es la base sobre la que construimos la comprensión que tenemos del mundo, es decir, nuestro modelo del mundo. Este, lejos de ser estático, va cambiando a medida que pasa el tiempo y conforma una representación que da sentido al mundo con el que interactuamos. Más que un único modelo, es un modelo compuesto por multitud de modelos, y nos sirve como base desde la que interactuamos con lo nuevo dando respuestas por contraste con lo que ya sabemos. Esto se da tanto en contextos personales como en profesionales y organizacionales.

Aunque coincidimos en algunos aspectos con los modelos del mundo de otras personas, nuestros modelos del mundo son únicos y el significado que les damos también lo es. También lo son las respuestas que ofrecemos en la interacción con las circunstancias con las que nos encontramos.

Este aspecto, aunque parece bastante obvio, muy a menudo lo pasamos por alto cuando estamos frente a una persona que tiene que dar una respuesta a una circunstancia donde quiere un resultado diferente al que está teniendo. Lejos de ser algo banal, no tenerlo en cuenta hace que las posibilidades de éxito de nuestra aportación, desde el punto de vista de la funcionalidad, se reduzcan mucho; por muy buena que sea la intención a la hora de ofrecerla.

Circunstancias similares respuestas diferentes

Otro de los aspectos que podemos estar pasando por alto son los factores que condicionan la situación que se quiere mejorar, es decir, los puntos que indican cómo está funcionando esa situación en el presente. Aspectos como a quién está afectando, cuándo aparece, quién está involucrado, desde cuándo existe, con qué frecuencia o intensidad, deben tenerse en cuenta a la hora de hacernos una idea de cómo funciona. A esto debemos sumarle algo muy importante, todas las tentativas de solución puestas en práctica para mejorar la situación, es decir, todo aquello que ha hecho o ha dejado de hacer con el objetivo de mejorar y, que muchas veces lejos de dar buenos resultados, hace que la situación persista o empeore. Además de esto (que no es poco), es igualmente importante tener en cuenta cómo vive la situación desde un punto de vista emocional.

Estos aspectos, también pasados por alto muchas veces, nos confirman que, además de un modelo del mundo diferente, los factores que condicionan la situación a mejorar son únicos y lo que hace que esta persista o empeore, también.

En definitiva

Una reflexión acerca del modelo del mundo del otro y de los factores que condicionan el funcionamiento frente a una circunstancia a mejorar, puede ser de gran utilidad antes de ofrecer consejo. La práctica de este hábito, junto a una buena dosis de escucha y empatía, nos puede ayudar a comprender conjuntamente la naturaleza de aquello que se quiere cambiar o mejorar; con el consecuente bienestar que esto produce a ambas partes. Otra cosa diferente es el cambio, que requiere de instrumentos mucho más elaborados, si lo que se quiere es crearlo o gestionarlo.

Nada que decir de las propuestas de recetas prefabricadas de éxito, que actúan como si fueran esas fortune cookie (galletitas de la suerte). Hay más posibilidades que te toque la lotería que una de estas recetas te funcione. Aunque el nivel de esperanza es muy alto en ambas, el nivel de frustración es mayor con las recetas prefabricadas, ya que todos estamos acostumbrados a la idea de que la lotería no nos toque.