De la necesidad inicial de cambio al conocimiento de las dinámicas disfuncionales

En contextos donde es necesario gestionar el cambio empresarial-organizativo, es habitual recurrir a la experiencia volviendo a utilizar intervenciones resolutivas que en el pasado funcionaron con problemas de la misma naturaleza. Esto, se da de forma natural debido a un principio de economía y, al contrario de lo que se puede pensar muchas veces, cuanto más inteligente, experimentado y especializado es el equipo más fácil es que tienda a mantener su saber hacer; por lo que no solo es habitual sino también natural funcionar de esta manera.

La dificultad inicial se va transformando en problema cuando, frente a la falta de éxito de esas estrategias, se opta por insistir en aplicar la estrategia inicial con más energía con la idea de que, así, esta se volverá más eficaz. La persistencia en esos esfuerzos orientados al cambio genera un complejo proceso de retroacción que, en el mejor de los casos, hace que la situación no mejore; y en la mayoría de estos, la situación empeore cada vez más. Es entonces cuando estas tentativas de solución disfuncionales se transforman en verdaderos problemas que se reflejan en el área organizativa (estrategia), en la comunicación, y a en las relaciones dentro del propio equipo o con el exterior. Estas dinámicas, desde el enfoque estratégico, se llaman “soluciones intentadas redundantes”. Un fenómeno también muy habitual a la hora de emprender acciones para conseguir objetivos predeterminados.

A veces la solución fácil o familiar no sólo es ineficaz, sino adictiva y peligrosa.

Peter Senge

Introducir cambios, desbloquear y mobilizar recursos

Cuando un equipo, una empresa o una organización se encuentran en una situación de estas características, inevitablemente el propio equipo y sus integrantes son una parte activa de esta. Si se pretende orientar esfuerzos hacia el diseño y puesta en práctica de soluciones eficaces se vuelve necesario que el cambio se introduzca desde el exterior.

Desde la perspectiva estratégica, inicialmente se orienta la intervención en conocer cómo funcionan las tentativas de solución disfuncionales y, para ello, se utiliza una metodología rigurosamente científica, eficaz y eficiente. Se hace uso de reductores de complejidad que permiten actuar sobre estas soluciones intentadas provocando un cambio en las dinámicas.

Es en este escenario de cambio empresarial-organizativo donde juega un papel importante la pragmática del cambio; es decir, una forma muy evolucionada de comunicación que permite, además, sortear la resistencia que ofrece de forma natural el equipo de trabajo y sus integrantes. La puesta a punto de instrumentos de cambio, junto a una comunicación estratégica, tiene como objetivo romper ese equilibrio disfuncional para facilitar un cambio que, progresivamente, se transformará en nuevos aprendizajes, hasta que una vez adquirido dará paso a un nuevo equilibrio funcional.